
El sábado se llevó a cabo nuestro tan esperado Picnic con la Madre Tierra. Todos los participantes llegaron a tiempo para la clase de yoga Siauying. Luego hubo un paseo por la finca y la maravillosa presentación de Laura sobre la importancia de la regeneración del suelo combinada con una breve meditación. Como siempre, comimos muy rico: sopa de coliflor y crema de limón, colorido brócoli en salsa de remolacha con papas al horno y ensalada de repollo. Al final, hubo una ceremonia por la Madre Tierra y por el agua, a la que asistieron todos, a pesar del frío. Esta ceremonia, inspirada en elementos de rituales practicados por representantes de tribus aborígenes, resultó ser una experiencia mágica. Agradecimos al agua, dijimos nuestras intenciones para nosotros y para el mundo, convocamos a los elementos y cantamos hermosas canciones... Sin duda, fue una experiencia extraordinaria para todos.